lunes, junio 28

Carretera

Domingo 27 de Junio....

De nuevo uno de esos momentos del tipo "vortex" en la vida... uno donde entraste en un momento particular pero que simplemente el vertigo del momento lo hizo conlcuir en una maraña de sensaciones extrañas y desordenadas.
Camaniaba por el costado de una carretera que decía en algunas señaleticas "Hacia Ruta 68, Santiago"... Claro que el destino estaba algo así como unos 130kms mas allá de donde estaba el cartel. El viento venía soplando desde hace rato y a pesar de que anoche me dormí entre la borrachera del tequila y el pisco , como buen representante que me considero de los productos de mi tierra, y hoy me desperté entre cerveza extranjera y brebages extraños al sol de la mañana. Luego me di el festín de la vida caminando por piedras, mares, pastos, pelos rojos y aislamiento social. Corriendo por bosques de cerros, lanzando patadas al aire y golpes de kung fu correspondiente a este trozo del planeta. Rendido y viendo gente caer dormida a mi alrededor fue que agarré mi mochila y dije ""Ya, me voy"... Ahí fue cuando luego de 6 emotivas despedidas, aunque fuesen algunas solo por unas horas, que me decidí a hacerme de mi destino en las manos y darme un morboso baño de indeterminación y libertad incomoda si es que no se tiene asumido el precio de vagar por tus posibilidades.

Sonó el celular en mi bolsillo cuando en mi cabeza sonaba la banda de punk gringo, miré y decía en portugués "Chamando" y sin números identificables a la vista, en concreto, no habían números a la vista... un botón y un bip después escuché su voz, a miles de kilómetros de distancia, a centímetros de mi boca, a un satélite de abrazarla. La impotencia se hizo presente de nuevo, el sentimiento de incapacidad se hizo evidente, otra vez. Lo primero que dije... "que bueno sentirte cerca, estaba pensando en ti"... pero también estaba pensando en ella... y en ella también, al mismo tiempo... la sensación otra vez, el sentimiento otra vez, el frío otra vez, el viento... la carretera con buses corriendo al lado tuyo y los autos y los árboles. Me reí cuando otra vez te dije "no sé donde estoy", pero otra vez no me importó... nadie puede sentirse perdido si escucha una voz así... no es la voz, es el sentimiento que hay detrás... no es día del año o el clima o la hora lo que lo hace especial.

Lo que hace especial de este momento, es la disposición y la actitud confiada, de que se puede volver a ser feliz cuantas veces sea necesario, aunque quizás lamentablemente siempre se llega a lo mismo... siempre vuelves a caminar solo y en el frío... pero me gusta... vale la pena.