lunes, octubre 20

El renacer del terrorismo de estado y la ultraderecha activa en Latinoamérica

Si bien en Latinoamérica hemos visto el terrorismo de ultraderecha muchas veces, incluso demasiado, sigue siendo un fantasma, difuso y escurridizo. Los diferentes grupos y escaramuzas latinas de derecha son variadas, pequeñas pero letales. Durante los 70’s fue el florecimiento de estos grupos. Quienes muchos de ellos amparados bajo estructuras militares (dictaduras) mayores, lograron altos grados de efectividad y especialización. Muchas veces, y probablemente hasta el día de hoy, estos fueron financiados de alguna forma o por lo menos preparados por ejemplo, por agencias norteamericanas de inteligencia. Por nombrar una, la CIA. Para luego traspasar hoy día sus responsabilidades a los nuevos grupos económicos y de poder que nacieron gracias a ellos.
Sin embargo no es justo adjudicar toda la responsabilidad a este organismo ya que muchas veces su trabajo, abiertamente reconocido por ellos, no siempre fue la de conspirar directamente contra los gobiernos socialistas sino que simplemente generar un clima de inestabilidad. El resto del trabajo lo harían los mismos grupos.

1815327.jpg
Fuente: La tercera

En el caso de nuestro querido Chile, el grupo Patria y Libertad sería uno de los mas connotados aunque dentro de este a su vez existieron facciones algunas bastante mas radicales que otras. Sin embargo desde los años setenta hasta ahora a corrido bastante agua, y sangre, bajo el río. Por lo cual probablemente no son viejos de, ahora, 60 años los que andan poniendo bombas y creando el terror por ahí. Sino que muy por lo seguro nuevas generaciones están tomando el timón y con ello también el gusto por la clandestinidad romántica de la acción política. No lo niego, una tentación que a atrapado a varios colores políticos.
Volviendo a la actualidad o particularmente desde la década del 2000 hasta ahora, la atención se ha centrado en zonas mas calientes del continente. A pesar de que el “terrorismo” en general ha decaído y de tanto en cuando cae uno que otro ex guerrillero abatido en otro frustrado asalto a un camión de valores. El terrorismo, esta vez de derecha está de vuelta en gloria y majestad.

Tampoco debería sorprendernos después de que la tendencia a lo largo y ancho de la región es de que los gobiernos sean mas o menos de izquierda. Algunos son bastante duros como es el caso de Venezuela pero hay otros más blandos como sería el caso de Brasil y con el partido de los trabajadores ad portas de ganar una nueva elección. Perfilándose como la única superpotencia de este lado del mundo. En Bolivia a su vez como en Ecuador los movimiento socialistas ganan cada vez más fuerza a pesar de que el sistema capitalista está instaurado y no piensa irse en un buen tiempo. Reconociendo si que honorables esfuerzos de nacionalización de empresas y materias primas no ha dejado de estar presentes. Claro es el caso de Chile, donde el partido socialista tiene nuevamente el poder claro que de socialistas, no tienen nada. Pero que sin embargo una “reforma tributaria” es suficiente razón como para hacer que algunos peces gordos se enojen y quieran jugar con pólvora.

img_3885-2c26f03.jpg
Fuente: www.enfoquesperiodísticos.blogspot.com

Sin embargo el paso lento y seguro de la izquierda latinoamericana logra asustar a más de algún ultra fanático fascistoide. Algunos ejemplos son más que claros y algunos de ellos han terminado en vergonzosos episodios de crisis política. Quizás el más famoso de estos sería el fallido golpe de estado de Venezuela en el 2002 cuando luego de un complejo manejo mediático y de las masas, se logró tomar el control del palacio de gobierno. Para terminar cerca de 36 horas después y con los cabecillas corriendo por sus vidas, asumiendo nula responsabilidad política de esto. El escenario central de esta magnífica actuación fue el Puente Llaguno donde el ultraderechismo se mostró en gloria y majestad (fotografía arriba). Sacrificando las vidas de los venezolanos literalmente a mansalva (36 muertos y 72 heridos). El presidente en ese momento Hugo Chávez criticó duramente a los Estados Unidos y sobre todo a la administración de Bush por lo acontecido y desde entonces se puso en pie de guerra con la oposición venezolana que había decidido jugar sucio. A principios de este año nuevas protestas estallaron en el país caribeño y nuevamente quien estuvo detrás fue la derecha orquestando todo, una vez más, desde la comodidad de sus oficinas en Caracas. El extremismo no está sólo en Latinoamérica y sus mejores amigos son los grupos de poder.
Desde Colombia las cosas hace bastante tiempo que venían poniéndose complicadas. Recuerdo hace muchos años haber ido a una charla de unos analistas políticos privados americanos quienes explicaban la situación colombiana en detalle. Explicaban el conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia como una guerra de posiciones y en donde si bien el gobierno legítimo es uno sólo, las FARC controlan efectivamente gran parte del territorio nacional. Producto de esto es que privados colombianos con la ayuda de digámoslo así “algunos gobiernos extranjeros” y pequeños industriales entrenaron y armaron paramilitares (o como ellos prefieren llamarse: Autodefensas) para luchar y contrarrestar el avance de las guerrillas. Esto obviamente no es nada fácil porque si bien han habido muchos conflictos internos entre las distintas facciones guerrilleras, además de un sinfín de crímenes que se le enlistan a estos grupos como extorsión, secuestro y terrorismo, la motivación es fuerte y el espíritu revolucionario sigue en pié. Sin embargo las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) cuentan con un prontuario que quizás es igual de largo que el de las FARC. Además de haberse descubierto hace algunos años como estos grupos fueron altamente asistidos por el gobierno colombiano y principalmente gracias a la gestión de su presidente Alvaro Uribe. Esto si bien en principio tenía como objetivo contrarrestar el avance de los insurgentes, luego de forjar estrechar relaciones con mafias de drogas, los grupos paramilitares se independizaron y pasaron a formar grupo independientes con altos niveles de experticia en operaciones ilegales y el entrenamiento de criminales profesionales como sicarios. Sumiendo a Colombia en un constante estado de guerra donde la principal víctima es la gente pobre y los indígenas. Durante las últimas décadas decenas de dirigentes sociales y políticos Colombianos han sido secuestrados y asesinados a manos de Autodefensas y sicarios.

Paramilitares.jpg
Fuente: www.difundelaverdad.com.ve

Quisiese ligar aqui a Colombia con Venezuela porque a principios de octubre un diputado Venezolano, Robert Serra, fue asesinado con arma blanca junto a su pareja a manos de un grupo paramilitar quien en sólo cinco minutos acabó con los dos pero un plan que tomó cerca de 3 meses en preparar. El sicario fue justamente parte de un plan mucho mayor que la derecha colombiana ha estado maquinando no solo en su propio suelo sino que también en diferentes partes del continente. Para esto han comenzado una compleja operación de coordinación con grupos en otros países con la ayuda de policías secretas, agencias de gobierno y elementos desestabilizadores extranjeros, digámoslo así, otra vez la CIA.
En abril de este mismo año fue asesinado el presidente del consejo municipal de Caracas. Una vez más el presidente colombiano Alvaro Uribe, fue vinculado con justa razón a las actividades de los paramilitares (terroristas) colombianos. Sólo que esta vez sus planes van un poco más lejos. En una de sus tantas operaciones la ultraderecha colombiana violó la soberanía ecuatoriana para atacar a las FARC que se encontraban en ese país, demostrando que un límite nacional no tiene mayor significado para ellos.

Los países latinoamericanos que “gozaron” del beneficio de las dictaduras vieron cambiar sus economías en una “apertura capitalista”. Pero además vieron consolidarse los poderes de varios grupos económicos en cada uno de esos países. Obviamente estos grupos no permitirían nuevas amenazas a su valioso poder, ganado a punta de sangre y balas. Algunas de estas amenazas fueron los grupos insurgentes que proliferaron por todo el cono sur entre estos el FPMR en Chile, MPTA en Perú, FARC-EP en Colombia, etc. Por ende era necesario consolidar una presencia efectiva en terreno y para ello contaron la ayuda de EEUU y la Escuela de las Américas que no sólo sirvió como campo de entrenamiento para agentes de estado y policía secreta de los países participantes del “Nuevo Orden”. Sino que además muchos civiles o militares que luego se pasaron a “civiles” pudieron adquirir nuevas habilidades que podrían poner en práctica cuanto antes. Tal es el caso del chileno Michael Townley en EEUU quien perpetró el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército Chileno (durante el gobierno de Allende) Carlos Prats en el 74’ a manos de la DINA en el marco de la Operación Cóndor (orquestado por Henry Kissinger)
.
En Nicaragua los contras, financiados por EEUU, lograron reaccionar contra los Sandinistas que se habían hecho del poder. Para esto Ronald Reagan vendió armas a Irán para poder financiar a los contras (2 millones de dólares por cada combatiente). En el caso conocido como Contras-Irán que fue presentado en la Corte Internacional de la Haya. Probando nuevamente la intromisión del país del norte en los asuntos latinoamericanos. Ejecutando el terrorismo y procurando desestabilizar la región.

Hace un par de semanas en una estación del metro de Santiago en Chile, ubicada en un emblemático barrio acomodado de la capital santiaguina. Explotó una bomba que dejó 8 heridos. Pocos días después como es práctica habitual en el gobierno chileno, culpó a un grupo de “anarquistas”. A estas alturas ya un clásico cuando se trata de chivos expiatorios chilenos.
2002611.jpg
Fuente: La tercera

Es necesario recordar que en el año 2010 se llevó a cabo una cacería de brujas que terminó con 15 jóvenes anarquistas chilenos pagando cerca de un año en cárceles de máxima seguridad (Caso Bombas). Para que no mucho tiempo después la justicia diera como resultado de la investigación que la supuesta “organización terrorista” no existía y que todo era un montaje del ejecutivo chileno. Donde el autor intelectual fue el sionista Rodrigo Hinzpeter y el fiscal Alejandro Peña, involucrados luego en casos de fraude al fisco y tráfico masivo de drogas desde Bolivia y Perú y a través de Chile en la operación Frontera Norte  y su arista el “Caso Sobreprecios”. Sin embargo los bombazos por los cuales fueron arrestados en primer lugar fueron reales, tan reales como la explosión en la estación de metro. Así como las muertes de varias personas, incluyendo algunos policías, a lo largo y ancho del país a manos de sicarios y agentes de la policía civil. Claro es el ejemplo del “Caso Matute-Johns” donde salió al tapete el nombre del director nacional de Policía de Investigaciones (PDI) y el ex vocero de la Unión de Estado Americanos (OEA) Jose Miguel Insunza.

Interesante resulta que el abogado comunista Eduardo Contreras, quien hasta hace un par de días como embajador chileno en Uruguay dijera en la prensa que el atentado era producto de un grupo de ultraderecha ligada a empresarios chilenos. Declaraciones que no se dejaron esperar y resultaron en el inmediato traslado del diplomático a Santiago donde tuvo que dar explicaciones personalmente a la presidenta Michelle Bachellet de sus comentarios y que se tradujo en un suicidio político del diplomático.
Llama la atención de que inmediatamente después de sucedido el ataque bomba del metro. Parlamentarios, justamente, de derecha entablaron acciones legales contra quienes se vean involucrados en este atentado. Pocos días después otro atentado se registró nuevamente en el metro que por lo demás habia sido epicentro de una serie de manifestaciones producto de alzas reiterativas en los valores del pasaje y ante lo cual las clases más populares, no es de extrañar, eran las más afectadas.

10450839_1529153607321788_2175592257148371621_n.jpg
Fuente: Inchiñ Kizü Zeumayaiñ Kizugünewtun

El terrorismo de derecha no sólo responde a organizaciones independientes como es el caso de Colombia, sino que en su mayoría los mismos estados son garantes de muchos de estos actos. En Chile en los últimos meses un par de efectivos de fuerzas especiales de Carabineros, ha reconocido haber participado en actos violentistas con fines múltiples. Primero aterrorizar a la población pero segundo culpar de estos actos mediante la infiltración de grupos y comunidades mapuches para poder condenarlos y desarticular sus organizaciones.
El estado chileno lleva varios años en guerra contra el Pueblo Mapuche. Hecho que ha sido condenado por la ONU y que ha sido muchas veces mencionados en informes de derechos humanos. Entre otras cosas porque niños y mujeres han sido víctimas de la violencia de agentes de la policía de Carabineros de Chile y no sólo eso sino que también la muerte de comuneros y estudiantes mapuches en reiteradas ocasiones.

10702094_1533535456882340_7740705702641177978_n.jpg
Fuente: Radio Villa Francia

Recientemente un grupo de 43 personas fueron “desaparecidos” en México por lo cual se culpa al gobierno mexicano. Este gobierno tiene un largo historial de abusos contra indígenas y diferentes organizaciones sociales. Al igual que el caso de los paramilitares en Colombia, se les acusa de mantener estrechas relaciones con narcotraficantes. En este momento los maestros y estudiantes de la región de Guerrero en México se encuentran en huelga y no sólo eso han respondido ante la ineficacia del gobierno ajusticiando a sus compañeros y prendiendo fuego al edificio de la gobernación.

El terrorismo de estado y los grupos de ultraderecha amparados en el anonimato y el manejo mediático vicioso de los mismo grupos económicos que los financian. Está aquí y probablemente no se irá tan pronto como nos gustaría. Lo importante es mantener la guardia en alto y abrir bien los ojos. Porque detrás de cada acción habrá una compleja trama cinematográfica amparada en las mentiras y la suplantación. Los culpables no se dejarán ver hasta quizás muchos años más, incluso cientos de años más porque estas son las repercusiones de lo que pasó durante los 70’s y 80’s. Sólo que ahora ya tienen la experiencia y probablemente mucha sed de sangre fresca.

No hay comentarios.: