martes, septiembre 9

La copresencia de la teoría del hombre como sujeto y del estado de policía

Por Sebastián Serrano.


La historia completa del hombre ha estado marcada por variados conflictos sociales, pero  estos tienen como característica la confrontación entre grupos rivales. Sin embargo a través de la historia estos actores han ido cambiando y con ello los modos en que actúan y se enfrentan. He aquí que Michel Foucault fundamentalmente repasa el ejercicio y las dinámicas del sujeto y este con el estado. Nuestra sociedad moderna se basa en concepciones históricas y clásicas de democracia y estado, nacidas en la cultura greco-romana, las cuales se ven amenazadas por formas modernas de ejercicio político. Un análisis preciso de las relaciones en sujeto y estado por ejemplo en su texto “Sujeto y Poder” cuentan de una evolución en las dinámicas y como poco a poco los conflictos se van complejizando y los mecanismos de acción entre unos y otros avanzan hacia una sofisticación de las prácticas. Lo que no necesariamente se traduce en la resolución de estos sino que mas bien en una intención de volver a cada uno de los actores lo más difuso posible.


Durante el último par de décadas y desde la masificación de la internet se han generado nuevos espacios donde los individuos pueden ejercer su derecho a la libertad, dando lugar muchas veces movimientos de gran escala que evolucionan en tiempo real y con un nivel de inmediatez nunca antes visto en la historia del hombre. El proceso de globalización ha dado paso a individuos globales pero a la vez los mecanismos de control y represión han logrado romper las barreras geográficas para abrirse paso a un campo de acción de carácter internacional. Al mismo tiempo que se han abierto estos espacios, otros que han sido legítimamente utilizados por los hombres para el ejercicio de sus libertades. Hoy día se han convertido en campos de batalla, donde una de las características fundamentales es no tan sólo el traspaso de la violencia por parte del estado hacia los individuos por la violencia entre la policía y los individuos. Los organismos policiales han derivado en una militarización que se presenta en el terreno como una fuerza aniquilante y letal más que una herramienta de control de la violencia. Evidente hoy en lugares como Chile y Estados Unidos.


La biopolítica ha evolucionado y ya no se trata del estado tratando de limitar las libertades de los grupos que lo amenazan sin perder su participación o simpatía. Por el contrario se ha transformado en campañas sistemáticas y complejas contra cualquiera que presente un grado de resistencia hacia el modelo dominante. La radicalización de unos se traduce literalmente en una desesperación de los otros por mantener sus espacios y en donde el estado pretende mostrarse como espectador y no como como protagonista del conflicto. Volviendo la dinámica confusa y con un ánimo de disolución mas que de resolución. Al mismo tiempo existe una evidencia de esfuerzos mayores del organismo de estado por generar una verdad que no pueda ser contrariada bajo ningún medio. Se utilizan diversos mecanismos por los cuales la construcción de la realidad va desde la articulación de la educación y las agencias de información (educación) pasando por las leyes (refuerzo) y finalmente en la acción de sus policías (afirmación).


Todo esto demanda un estudio de la dinámica general. Si los espacios de acción y libertad, digamos el uso de las calles y el derecho a protesta, se vuelven cada vez más escasos así como los esfuerzos por parte de los estados y las policías por coordinarse muchas veces con sus pares internacionales en contra del nuevo pero difuso enemigo, el sujeto, la gente. Dónde encontrará el sujeto estos espacios libres? Dónde podrá ejercer su libertad sin una individualidad lo vuelva vulnerable? Una disidencia que no siempre busca deslegitimar la autoridad de los organismos de control sino que cuestionar sus métodos. Por ejemplo, el caso Snowden en EEUU evidencia que cuestionar los métodos del estado resulta en una campaña de linchamiento en contra del sujeto que inmediatamente recibe el estatus de traidor, cerrando el espacio al debate e instalando un totalitarismo sobre el individuo. Pero es difícil conceptualizar la relación entre el estado y el sujeto cuando el que opera físicamente el mecanismo de control (represión) es un organismo policial distante de la idea original de un cuerpo que mantenga la paz entre las personas y sea capaz de proteger a estas de los posible peligros. La teoría de Foucault analiza en sus aspectos físicos y psicológicos el fenómeno del estado de policía y políticas de control, pero es Naomi Klein en su "Doctrina del Shock" quien pone un ojo pragmático en los detalles de esto. Ella también conecta hechos de alrededor del mundo que prueban que estos no son simples hechos aislados sino un deliberado plan de control transnacional.


Es una necesidad el analizar en profundidad las actuales relaciones entre los diferentes actores sociales, no sólo su situación dentro de un contexto actual sino que la evolución de estos a lo largo del tiempo y la observación de sus posturas. Foucault hizo mucho por el campo de la biopolítica pero esta misma ha evolucionado desde ese entonces pero es importante indagar y deconstruir el proceso mediante el cual por lo menos uno de los actores, el estado, se ha logrado disociar del conflicto, volviéndose invisible y ejerciendo su acción tal como lo dijo Foucault, desde el complejo accionar de sus diferentes instituciones ya sean estas escuelas, cárceles u hospitales psiquiátricos.

Reinventar la filosofía crea nueva herramientas que proveen una estabilidad genuina a nuestra libertad. Reconstruir nuestros conceptos y principios en orden de recuperar autonomía es mantener el ejercicio Nietzscheano de cuestionar nuestra moralidad y realidad. Con este texto pretendo evidenciar la necesidad urgente de analizar las nuevas relaciones de poder entre estado y sujeto y como estas delimitan nuestra forma de vida. La importancia de tener una claridad filosófica que nos permite analizar críticamente las dinámicas conscientes e inconscientes así como las  repercusiones de estas. Pero también incluyendo los nuevos espacios, como la internet que internacionaliza e inmediatiza las luchas y al mismo tiempo expande libertades. Actualmente existe una deliberada intención de cooptar el diálogo social y mantenerlo irresuelto, confuso y oscuro. Por ende iluminar el dialogo es nuestro trabajo.

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